En tiempo dormido, un tiempo como un guante sobre un tambor.
Los tres que en mí contienden nos hemos quedado en el móvil punto fijo y no somos un es ni un estoy.
Antiguamente mis ojos buscaron refugio en las cosas humilladas, desamparadas, pero en amistad con mis ojos he visto, he visto y no aprobé.
(de Alejandra Pizarnik, de El infierno musical, en la Poesía Completa de Lumen)
el yo de la poeta está «aprisionado» en sí mismo, pero este sí del "yo" se define ahora en su multiplicidad
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