Y me puse a mirar por detrás de la puerta:
¿Acaso soy yo él?
Ésta es mi lengua. Y esta voz es una pizca de mi sangre,
pero el autor es otro ...
No soy mío si vengo sin llegar.
No soy mío si hablo sin decir.
Soy aquel a quien dijeron las ambiguas letras:
¡Escribe, y serás!
¡Lee, y encontrarás!
Si quieres decir algo, habla,
será lo contrario a lo que piensas ...
Lo que quieres decir permanece en tu yo más diáfano y profundo.
Hay mares rodeándome, sin un puerto.
Me he vaciado el polvo de expresión y sentido.
(de Mahmud Darwish, en "Mural", de ediciones del oriente y del mediterráneo)
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