En septiembre estuve en Umbria, y me traje algunas fotos pensadas para la felicitación de este año.
Había unas cuantas candidaturas,
por sus caritas graciosas
o por su leer desde pequeñitos...
por su 'frescura' y ternura en el yeso...
o por el 'no sé qué' de sus miradas...
Al final, la elegida ha sido esta imagen de un ángel trompetero, foto hecha en la Chiesa di Sant Agostino, en Orvieto, donde forma parte del montaje de una de las anunciaciones en piedra más increíbles que he visto en mi vida:
¡Que viene el año nuevo, aviso!
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