martes, 17 de noviembre de 2009

LO MALO ES QUE CASI NADIE ESCUCHA

Los hombres no supieron
que hubo hombres que escribieron para ellos.
-Y esto es feo-.
Ni siquiera el alcalde de Berceo
ha leído a Berceo.
No engañaros,
ningún pobre de América del Norte,
ningún minero,
ha leído a Walt Whitman.
Ningún compañero,
ningún campesino,
ningún obrero,
ha leído a Blas de Otero.
¡Neruda! Los esclavos de Chile
no se saben tus versos.
Y los inditos peruanos hambrientos,
no saben quién fue César Vallejo.

(de Gloria Fuertes, en Se beben la luz, de Ediciones Torremozas)

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